4.6.07

Gente negrita.

Usted ha perdido el rumbo, y luego de permanecer 20 horas despierto, se introduce en la red de subterráneos de Buenos Aires, combina, sube, baja, sube, sube, baja, pero evita dormir. Sin embargo, entre Alberti y Pichincha, en hora pico, duerme un sueñito entre siete gordos trajeados con maletín, y entonces sueña con usted, si, usted, que come un ramillete de dedos de bebé, y se saca mucha tierra seca de la oreja, y entonces, se le acerca el Hombre de pellejos y le dice: Tu papá anda diciendo que tiene una tortuga cuadrada con las patas peludas en el balcón, y que ahí, ella está cómo en el paraíso, y por algún motivo, usted, siempre es usted, descubre en una caja, un tema nuevo de los Beatles que se llama “Garochagas” y ve a un señor negro, que manipula un cuchillo tremendo, y se presenta cómo un allegado, pero nos tiene en jaque, y roba un cucharón, para servir un arroz con salsa de calamares, y usted le dice: Chubby Cheker, entregáte! Me parece que no hay dudas: a un cyber a leer esto!

Estupidez de lunes

Señora ¿se puede correr que me está tapando? Gracias.
Ahora hoy usted, está en una fila de autos que quieren cargar gas natural comprimido. Pero usted no tiene el equipo correspondiente. Pero se da cuenta demasiado tarde. Está en una columna compacta de automóviles que esperan. Cómo nada le importa mucho, se relaja, y se duerme un rato. Entonces se le arma en ese lugar, una patota de avispas, que tienen cerebro, y son vengativas. Pero usted, para variar, está masticando a los gatitos y no los puede tragar. Escupe una papilla de grasa y carne, hasta que divisa, a un ciberpunk que odia a los gays y dos punks gays, cada cuál con el uniforme correspondiente, provisto por el gobierno. El ciberpunk humilla a uno de los gays. El humillado saca una pistolita que dispara grampas y se dispara 17 en el brazo. Gana la situación. Todos piden ayuda médica, pero solo aparecen ranas albinas en los caños de su casa y sale agua con restos extraños por las cañerías. Tiene olor muy fuerte, a podrido.
Si, el agua está podrida y usted, que encuentra un brazo de rana que asoma por la canilla, confirma la sospecha: Un hombre rana falleció en el tanque de agua, y se está descomponiendo. Pero no conforme con eso, observa a un tipo, que circula con diferentes objetos introducidos en el ano, y los muestra luego de la pequeña caminata. Hagame caso solo por hoy: tomese una buena soda con mucho gas, raspante, que salga por los ojos, que agite la nariz, salude al camionero que tiene labio leporino y una gorrita de hule, camine despacio, mire hacia atrás al descender, indique su destino, y conéctese! aproveche que es lunes y léame!

3.6.07

Niponeadas

El destino es Japón esta vuelta, amiguitos. Es que hoy ando hecha una loca!
Bueno, sigo.Japón! Japón Me odia.

Me arrastré derrotado, al estacionamiento y busqué mi vehículo. En el baúl encontré el maletín de primeros auxilios: Absenta de primera calidad, en cantidades suficientes como para poder encarar un traslado a esa isla absurda, surcada por tsunamis y tifones de todo tipo. En fin. Lo cierto es que terminando la primer botella del brebaje colorido, comencé a hablar en japonés: uas dei ja! Insuo jiga jau!! Y practiqué durante unos 40 minutos el caminar ninja por entre los autos. Tuve que cortar cuándo el guardia del estacionamiento me preguntó si estaba bien. Si, si, gracias, se me cayeron las llaves de casa.

Ya más entusiasmado, partí al aeropuerto. La finca de los hermanos Bellotti, japoneses nietos de italianos, se encuentra en la zona sur de la isla, cerca de Kagoshima, y se especializa, según me informan, en vino de arroz.Lloré unos minutos, hasta que la azafata me acercó una dosis de Ron con hielo, y varias cervezas heladas. Insistí en que sean varias, para no tener que molestarla. Vino de arroz.

En el aeropuerto, me recibe un muchacho que se presenta como Toshiro, y me saluda varios minutos, subiendo y bajando la cabeza frenéticamente. Lo imito y la cosa se prolonga. Nos sacamos fotos el uno al otro, tac-tac-tac, muchas fotos.Subimos a una autopista y oficia de guía de turismo. Me muestra el estadio de Nagasaky y comenta orgulloso que es de los más modernos del mundo. Este comentario calienta los párpados, y me hace recuperar la sensibilidad de las piernas, por lo que le consulto, si coincide en que Japón, junto a sus hermanos de Corea, organizaron uno de los mundiales más aburridos de todos los tiempos. Pero el hombre sonríe por el espejo retrovisor y saluda con la cabeza, una y otra vez.

Diviso la entrada a la finca, y a los hermanos Bellotti esperando. Petisos, compactos, y en kimonos. Repetimos la operación interminable de saludos y nos sacamos fotos, durante unos 40 segundos. Tac-tac-tac.Arrancan con el tema de la tecnología: un robot me acerca un sake de bienvenida, las barricas son controladas por una computadora central miniaturizada, tienen un sistema de recolección de última generación. Agobiantes, me convidan la primera copa de vino de arroz.Y si, el hara-kiri es poco. La bomba atómica es poco. Insisten con tres vueltas más y diferentes variantes: con sake, con guindilla asiática y la mar en coche. Pero aquí no ha pasado nada, y ni siquiera veo personas vivas cerca.

Entonces miré a los petisos Bellotti, y les dije: ¿siguen con lo de la huelga a la japonesa? No creo que haya en ningún lugar del mundo una actitud tan tan tan alcahueta del sistema. Dan miedo. Los Hermanos apretaron un botón en un árbol, y aparecieron los robots de seguridad: me dieron con el Bokutú, me lanzaron dardetas envenenadas con la Fukiya y me castigaron duro en las nalgas con un Jô verdoso. No está mal para ser un grupo de máquinas.

Pasamos a las uvas Koshu de la región de Kumamoto. Una vuelta, dos más, y cierran con un Sake caliente reposado. Unas robots mujeres acercan unos rollitos primavera y una picada de pez globo. Entonces siento ese hormigueo extraño en el mentón, y pregunto con gusto a pescado: ¿nunca pensaron en que esta isla es poco apta para la vida humana? La uva es agria, hay terremotos, tienen la secta esa de los locos del gas Sarin, no sé, tal vez les convenía quedarse con China. Me enrollaron con un Manrikigusari, me pusieron un Kimono beige y me aplicaron cañas de bambú entre las uñas de los dedos de los pies, llamaron a los robots de tortura, unos 7 y me dieron con todo durante 15 intensos minutos. Bellotti me cuenta que en Japón, un adulto sólo bebe en promedio 2 litros de vino al año, mientras insiste en llenarme la copa con más vino de arroz, una variedad achardonada, que parece recibió buena critica de un apiolado norteamericano. Tomo 3, 4, y nada, creo que prefiero un chupito de salsa de soja.

Pero gracias a dios, llegan 6 humanos, de buen aspecto, con una degustación de Sake ahumado añejo. Primera ronda, repetimos, combino con cerveza limpiadora y la cosa va queriendo. Entonces, me posiciono como David Carradine y les digo con cara de naipe: ¿Cuánto le pagaron a ese Parker para que les elogie esta cosa?Encima es americano! Les tiraron la bomba atómica y los perdonaron, ahora son aliados!! Al final, mucho progreso, mucho aparatito, pero hicieron menos fuerza que Cuba y Vietnam.Comenzaron algo llamado Kagura, una danza ritual terrorífica y me llené de entusiasmo.

Máquinas y personas vivientes, 3 luchadores de sumo, y 4 nenas obesas con cara de animé, me estaquearon desnudo, me untaron con un producto asqueroso, agregaron unos monstruos horripilantes, y mientras me sacaban fotos me clavaron piretes afilados, me canalearon las carnes con cimitarras imperiales, y me gritaron todos juntos cosas muy feas en el oído derecho, que es mi oído bueno.Agradecí a todos por tanta hospitalidad, y me fui salticando por entre los arrozales. Encendí mi chiquitita grabadora, y escribí: si bien es cierto que el vino de arroz es triste, polémico y poco machito, después de un rato te agarran ganas de hacer origami en desavillé con tu tía Chochi.

He dicho!

El cuerpo humano tiene carne, huesos, sangre, agua y poxipol.Adentro hay productos químicos y si metés otra cosa, se alteran.Si se te sale toda la sangre, te morís vacío.Hay una sintomatología que parece cómo si arañas invisibles caminaran sobre uno.Si usted se arranca todas las uñas con una pinza, va a quedar más blando.

Si se corta todos los dedos con un machete, perderá el equilibrio y no podrá agarrar sus anteojos.Los huesos se rompen cómo la leña. Incluso, al ser serruchados, generan aserrín de hueso.

Hay dos tipos de rodilla: la llamada “rótula”, que es la buena, y la “rodillita” que es peor, en todo sentido.

La memoria carece de aspecto físico.Cuándo te agarra Xeroftalmia, se te seca el ojo y duele como la san puta.

Hay una glándula localizada cerca del pecho, que se llama Timo. Es la glándula de la mentira. Y todos la tienen, usted también.

Usted.... y esas cosas raras como el yoga

Usted parece que va a yoga. Se lo ha recomendado alguien que está mejor que usted. Las clases las ofrece el Oso Yoga. Pero esto no importa porque es una pelotudez.

Lo que si importa es que usted está paranoico. Pasa de creerse la gran cosa, la bala que mató a Kennedy, a la peor de la peor de la peor escoria. Un imitador de la peor bazofia nacional. Por lo visto, usted imita a gente nefasta, pareciera ser que usted quiere ser nefasto, pero ni siquiera le da para eso. Es un poco triste lo suyo.

Entonces, se va apalancando en un sofá-cama, tapado con diarios, se afloja los cordones de lombriz, y se mete en el sueño negro. Ve a un hombre que llora desconsolado mientras mira pornografía en televisión, y a un gordo comedor de pizzas, que habla por teléfono y dice: Si, estamos embarazados. Mira a unas vacas que eligen partes humanas en bandejas en un supermercado y escucha a Jerry Lewis diciéndole al rey de la comedia: alguna vez en la vida, todo hombre es un genio.

Se paraliza mirando árboles con forma de espinazos de pez, y ve que vuelan chispas incendiarias. Toman envión y se acercan demasiado a unas ramas que cuelgan cerca. Ahora tiene que pensar en que va a hacer con los cadáveres de sus padres. Y usted tiene un programa de radio que transmite desde un hotel, toma Ron y afuera hay una lluvia torrencial. Camina por los médanos a oscuras y se encuentra con un adulto y un niño que sospechan de usted.

Pero usted tiene una linterna y le pelea a cualquiera. Primer golpe a la mandíbula. Llega a un lugar en el que le están cantando el feliz cumpleaños a otro niño. Tiene su metro cúbico de leña y la Lombriz eléctrica le dice: Si hay humo, hay fuego. Usted tiene el fuego escultural y el trago fuerte.

Los miedos de elevación, el estacionamiento para calientes, la ternerita espacial. ¿Y si mejor se pone anteojos?

Salude a Sai baba, a la profesora, e intente establecer contacto visual con esa minita que le gusta, la de los pezones. Vistase de nuevo de hombre, camine por avenidas, sin hablar, y ni bien vea el querido local para conectarse, entre, saque la teca y léame, que hoy es el maldito día. Usted me está empezando a caer bien.