1.8.08

Pedazo

Cuando el día terminó, escupí mierda. La noche no trajo alivio. Y el orgasmo previo al sueño, solo ensució la sábana. No calmó el ansia.
Una corta oscuridad se derrumbó, entonces, encima mío.
Y me vi en un torbellino de colores muchos, de tersos perfumes y pleno de arena de áspero tacto. Eso me llevó muy dentro mío, tan profundo que alcancé mi corazón, y le saqué un pedazo.
Es ese pedazo el que me deja vivir esta mañana.
Quizás me dure.

A mis idiotas

Lo que se consume no es el calcio: es el mártir, las venas , y la coraza.
Lo que deviene del armazón es el gran barco y lo que se consume es el calcio que ese barco consume
Los demás monstruos que asoman en las sombras En las apariciones nocturnas del búho enloquecido Son los que consumen nuestro sueño aturdido No sumar en los dedos ni en los sonidos Sino restar, y hacer de cuenta que somos los minutos consumidos.
Lo que decimos que se consume, no es el calcio, Ni siquiera las pisadas que el mar come durante su rumiar Tampoco los insectos que sobran en las nubes bajas Que con la humedad del suelo chorrean odio. No son los párpados que supuran gratitud ni laxitud Son las manos y los dedos abrazados, son los gigantes monos, Los amaestrados salones con flores, y los bailes. Son viejos refranes que serán los que lustren la panza Y hagan relucir en el aire los eructos Como si se tratase de renovar lo que no existe, y lo que no flota. Aquello que se consume es lo ideal, lo magno, Lo que deja de suprimir y abandona en nuestra locura la ortografía, Suelta los cables del criado y lo hace correr en la estepa Lo hace temblar en la arena caliente de las mesetas. Y el ríe, con su libertad pasmada. Hasta que cruce la tijera nuevamente Y repita su instantánea, quijada instantánea, cruz y vino.
Ahora, en la madeja, se suelta la punta….