28.2.07

Asi te veo yo Torvo...me gusta escribir lo que veo.

Tiene soberbia y lo sabe… y es un contador de cuentos… literal y real aunque las realidades le pesan mas en el iris marrón que los cuentos. Se nota a la legua… y detesta que lo vean.
Jugando al humilde poderoso, al sencillo remixado, al conocedor de letras historias e idiomas, se pierde encontrándose y se encuentra perdiéndose… un feed back permanente hacia la nada o el todo luminoso que lleva adentro entre tanta oscuridad.
Ama contar o ser escuchado… aun no se muy bien, pero en todo caso es un buen narrador, o quizás diga tanto sólo porque como decía “el” Márquez….” Porque no tiene nada que decir o porque tiene tanto que no sabe como”.
Solo me gusta escucharlo desde el tren en el que ando…
Torvo… tenès prohibido… es mi visión de vos.

M.

Nota del editor: "A la mierda...con quién me crucé?"

27.2.07

Desde M.

Noche de tormenta e incoherencia.
Se encontraron de golpe como si nada o como si la nada les pegara la incoherencia en un todo. Aunque los todos son árboles y los árboles tapan el boque que son un todo y una nada en si mismos… depende desde uno mire… aunque no se donde esta el bosque o el árbol, para el caso solo es una cuestión de perspectiva. Pero ese es otro tema.
El miro el reloj y apuro la noche en un todo incoherente o en una nada de bosque y árboles, quien sabe.
Ella no miro el reloj y se desencaracolo porque si o porque no en una nada de brazos que parecían árboles o bosques. Quien sabe.
Los caracoles viven en árboles… los árboles forman bosques… aunque los tapen… y el taparlos es una nada y un todo en si mismos.
Loa caracoles, los arboles y las tormentas son bellos… como la nada y el todo.
Cheers

By M. Ojalá no se enoje por que lo colgué acá, ja! pero me gustó mucho... no pude resistir la tentación!

25.2.07

Y...es todo un trompo!

Yo tuve un trompo azul que fue mi hermano, lejano saltarín de piedras viejas, por la zurda del barrio a contramano y en calles de portones y de rejas.

La punta de su acero fue una estrella, ninguno en la querella fue mejor, y en cambio, dormilón, en manos de ella, se dio a soñar, temblándole el amor.

¡Mi trompo juguetón! La poesía del grillo del zanjón ¿qué le daría si no su corazón y el silbo del violín sin fin del callejón?

Mas la tierra girando alucinada, como un trompo gigante de la nada, nos traicionó, llevándose al confín, la esquina y el jazmín, la luna y su mirada. Mi soledad manchada de verdín, regresa sin edad a la ciudad de barro y adoquín.

Saludos

24.2.07

De tumberos, socialistas y otras yerbas.

Tengo un amigazo, algo mayor que yo, que es docente en una cárcel. Está haciendo una obra de teatro con un poker de presos, y la va a hacer el lunes en el Taller de la Universidad, acá, en La Plata. Ayer, cenando con él, empezó a contarme de qué iba la obra, de cómo logró insertar textos que llaman a la revolución, como los de Tuñon, musicalizados por el "Tata" Cedrón...

Botella de tiinto va, botella de tinto viene, me puse a leer el libreto... Me llamó la atención un poema de Tuñon, ya que al cuarto renglón, y recnociendo ciertos lugares, gracias a la suerte que tuve de viajar un poco, me dije.. (en realidad, fue un exabrupto y todos los que estaba allí me miraron y se cagaron de risa) ... "Pero la puta madre!! sto es ni más ni menos que VIVIR!!!"


Se los copio acá, se los regalo...me gusta mucho. Un abrazo para todos.


La cerveza del pescador Schiltigheim
Raúl González Tuñon

Para que bebamos la rubia cerveza del pescador Schiltigheim. Para que amemos Carcassonne y Chartres, Chicago y Québec, torres y puertos.
Los blancos molinos harineros y la luz de las altas ventanas de la noche encendidas para los hombres de frac y los ladrones.
Y las islas en donde los Kanakas comen plátanos fritos y bajo las palmeras entre ágiles mulatas suenan los ukeleles. Islas, dije, las islas, soles rojos, platillos para Darius Milhaud.
¡Tener un corazón ligero! Vale decir, amar a todas las mujeres bellas. Y una moral ligera, vale decir, andar con gitanos alegres y dormir en un puerto un ocaso cualquiera y en otro puerto y otro y andar con suavidad y con desenvoltura de fumador de opio.
Para que a cada paso un paisaje o una emoción o una contrariedad nos reconcilien con la vida pequeña y su muerte pequeña.

Para que un día nos queden unos cuantos recuerdos: decir, estuve, estuve en tal pasión, en tal recodo.

E stuve por ejemplo, en la feria de Aubervilliers una mañana, con un trozo de asado, una amistad tranquila, la mesa clara, el perro, el buen hablar y afuera, las verduleras de París chapoteando con los zuecos en la nieve.
Para que bebamos la rubia cerveza del pescador de Schiltigheim es necesario no asustarse de partir y volver, camaradas.
Estamos en una encrucijada de caminos que parten y caminos que vuelven.

23.2.07

Plop - Ca

Un río calmo, es un espejo acostado. Así veo en la bahía (que se olvido la corriente), a la superficie de Limay.
Cuánta paz, tanta, que ni la brisa asoma su pujanza. En el cielo circulan con cierta esperanza de llegada a no sé donde, dos blancas e inmensas nubes. Sube el sol hacia su cima y las sombras, se verticalizan.
Un silencio invade la mirada, nada se mueve y todo vive.
Llegan hasta la orilla, un niño y un adulto, ambos masculinos. Recogen del suelo algunas piedras. Femeninas ellas y redondas, de tanto ir viniendo empujadas por el agua. Esa que también, les coloca como enagua, con la que cualquiera brilla, apenas se mojan.
Ellos, inclinados hacia un lado, arrojan de a uno, un canto rodado. Rompiendo en círculos el impecable espejo, creando dibujos impensados.
Juegan de a uno, quien arroja más lejos, más cerca, más alto. Y quien hace más de un salto, con su piedra hacia el horizonte.
Ríen y se asombran desde la vera (esa acera de poca arena), de donde nuevamente, recogen piedras.
Mojo mis pies y absorbo el aire de a bocanadas puras y tibias.
Viajan mis ideas en busca de recuerdos. El silencio dice ahora palabras, pero no es desde ninguna boca.
El río habla con salpicaduras, y ante la caída de cada piedra, impulsando salivas hacia arriba, puede escucharse: PLOP-CA