6.12.05

"Echale sal"

Ah, si, que vieja linda. Sucia, pero linda.

Cuentan que hace muchos años, Comodoro Rivadavia era solo un gran pueblo de petroleros, infestado de cabarets.

De todas las coperas, “echale sal” era, de lejos, la más linda.
Desgracais varias, la llevaron a terminar como una vieja pordiosera, sucia y desaliñada, a vender billetes de lotería sobre la calle San Martín, época en que yo la conocí.

Como conté antes, a los 10, 11 años, me cruzaba de vereda al verla, le tenía miedo.
Pero a los 15, 16, yo era bastante guarro ya. Ya había debutado… (algún día les voy a contar mi debut).

Y la joda, por aquellos días, era aparecerle por detrás a la vieja, y gritarle “echale sal!” muy cerca de la oreja. El rosario de puteadas era inimaginable, divertidísimo.

La leyenda urbana aseveraba: entrando ya Elba (su verdadero nombre) en la “recta final” de su reinado copero, llego al puerto de Comodoro un navío de Korea con tripulación rusa a cargar “fuel oil” (precursor de la nafta).

Día de carga en puertos lejanos, es lo mismo que decir “día de paga” para la tripulación, que es exactamente lo mismo que decir “ vamos a coger a los cabarets locales”.

Y así fue. Pero parece que un par largo (la leyenda reza 5) de esos marineros se pasó de copas y, tras haberle ofrecido mucho dinero para un “pase”, a lo cual ella accedió, sela llevaron para un lugar incierto.

Lo único cierto fue que no le pagaron un corno, y la violaron reiteradas veces, y antes de dejarla maltrecha y abandonada, le tiraron sal en la vulva inflamada de tantas embestidas.

A partir de allí, se la conoció como “echale sal”, por el fenómeno que producía en ella esa palabra, quizás, remembranzas de una noche terriblemente traumática. El fenómeno eran golpes, carterazos al más cercano, e insultos realmente pintorescos.

Algunos años después emigré por primera vez a la ciudad de La Plata para proseguir mis estudios universitarios. Como todo estudiante con familia en el interior, volvía para las fiestas, y al salir con viejos amigos de bares, o luego de visitar a mi cada vez más decrépita abuela, la volvía a ver, siempre igual, pero más vieja, y con los billetes de lotería en la mano. Obviamente yo estaba un poco más grande, y ya no le gritaba “echale sal!!” cada vez que me la cruzaba, ni siquiera desde el auto. Pero observaba a los más jóvenes hacerlo, era una tradición que no se había perdido. Ya dejaba sentir dentro mío un poco de piedad, verla putear a diestra y siniestra, y sonreía cuando un carterazo acertaba en la espalda o cabeza de algún púber. A mí me pegó dos veces, las recuerdo bien.

Pasaron los años, tuve hijos… las cosas cambiaron mucho. Ya no iba a Comodoro en los veranos, mi norte estaba , justamente, al norte. Veraneaba en otros lugares, el life style había cambiado.

En el verano de 2003, comienzos del 2004, voy con mi hijo mayor a visitar a mi padre que vive en la cordillera. Y de paso, a mi madre, de paso por Comodoro, ya que estaba residiendo lejos de allí, pero coincidíamos y era una buena ocasión para visitar la tumba de mi abuela, ya fallecida, y de ver como estaban nuestras propiedades allí.

La primera noche, luego que mi hijo se durmió, tuve la mejor charla que tuve jamás con mi madre…. Claro, los milagros que obran varias botellas de champagne en el espíritu… es que mi madre es adicta a esa bebida.

La cuestión es que por arte de magia, transitamos miles de temas, hasta el amanecer.
En un momento de descorche de una nueva botella, lo recuerdo bien, me vino a la cabeza la imagen de la loca, a la que no había visto desde mi arribo a la ciudad.

Mi madre, omití decirlo, fue durante un tiempo jueza y luego presidenta del superior tribunal de Justicia de la zona. Cuando ella estaba a cargo del Juzgado en lo penal y Correccional número 2, a menudo se le aparecía la loca a denunciar que la habían violado.
Cosa falsa, por supuesto, los peritos de turno afirmaban que por poco allí no encontraban telarañas.

Como estas situaciones, me contó muchas de esa mujer.
Por ejemplo: que cuando la interrogaban luego de su denuncia por presunta violación…le preguntaban “Y hace cuanto de esto?”
Y ella decía..”y, como 3 meses, más o menos…..”
-Pero por que no vino antes, Elba?
- Es que no me acordaba..

Y cosas así.

Lo más cómico, salido de boca de mi madre, fue la siguiente situación: Estando ella de turno en el Juzgado, y si la memoria no me falla, en el año 1988. Mi anteúltimo año de secundaria.

Llega una denunca de esta buena mujer diciendo que la habían robado, que habían desvalijado su casa, y que quería que la policía fuera a investigar.
Mi madre, que era comprensiva (aún lo es) levanta el teléfono, habla con el comisario de la comisaría novens (Guemes esq. Rivadavia) y le pide que mande una patrulla a ver que pasaba por ahí.

Al rato suena el teléfono del despacho, y un policía que decía: “Doctora, llegamos y la casa no tiene puerta, había muchísima mugre y en la heladera, un pollo en estado de avanzada descomposición. Solicito procedimiento”
Mi vieja, cagándose de risa, le dice que tire el pollo a la mismísima mierda y vuelva a la seccional.
Y ahí quedó todo, la convencieron a la loca que no le faltaba nada, que estaba todo bien, y tal.
Como a los 6 meses…. Sí! Seis meses!! Vuelve Elba a pedir una audiencia con mi mama.
Como ya conté, era muy conocida, y querida en la ciudad. Mi madre la hace pasar a su despacho, y le pregunta: “Bueno, Elsa, contame que pasa ahora”

La loca sólo dijo: “Se acuerda que usted me había dicho que no me faltaba nada?? Los ladrones se llevaron un pollo que yo tenía guardado para la cena!”

-Pero…Elsa… de esto hace casi medio año!!
-Si, pero yo quiero mi pollo, por que me robaron el pollo??
Y así siguió la discusa un largo rato, y no había manera de hacerle entender que un pollo, aunque se lo hubieran dejado, en 6 meses estaría más podrido de lo que realmente estaba cuando el cana lo revoleó vaya a saber cerca de qué perro.

Llegado un punto de no retorno, y viendo que Elba estaba visiblemente nerviosa, mi vieja abre la cartera, y, acá voy a poner la cifra al voleo, por que no la recuerdo, le dice… cuanto sale un pollo nuevo, Elba? 10 pesos? Le doy 10 pesos y vaya a comprarse un pollo!!!

Y Elba, en una actuación a lo Greta garbo, la mira y le dice… “Sí, doctora, pero este pollo era al spiedo, y aparte, yo le había tomado cariño. Creo que con 30 pesos lo podría reponer”

Según mi madre, la enterneció tanto esa pequeña mentira que le dio los 30 pesos con tal que se fuera de allí.

Pobre mi vieja: cuando terminó de contarme esto, siguió explicándome como, a partir de ese momento, siempre le robaban a Elba cosas de gran valor afectivo y recurría a ella a ver si podía “ayudarla” a reponerlo. Me relato el caso de una plancha la que se le había quemado el cable… lo curioso era que el cable lo habia puesto su abuelo al que ella extrañaba muchisimo. Lo real era que, según mi vieja, el abuelo de Elba probablemente era polaco y no tenía electricidad cuando llegó a la Patagonia….

Así y todo, la seguía ayudando.
Hasta que un día, Elsa no vendió más lotería, no insultó más a los jóvenes que le tocaban el culo, o le gritaban “echale sal”.

“Echale sal” simplemente desapareció. Y nadie supo como, ni donde, ni cuando, ni por qué.

Ojalá esté bien, esa loca linda.

Y ojalá que les haya gustado. Disculpen si es medio confuso el relato. Lo escribí de un tirón, al estilo Tito Bustamante.

Besos.

PD: Prometo indagar más con mi madre y sus contemporáneos más historias verídicas y “sabrosas” de esa gente que, como ellos, se pelaron el culo en la inhóspita Patagonia, y hoy, pueden contarlo. Les aseguro que da placer concoer algunos detalles "de época" de por ahí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

la loca de la loteria..... q mezcla de horror, espanto y miedo cuando la veia sentada en las escaleras del cine en la calle San Martin, me cruzaba de vereda y creo q hasta encorvaba los hombros temiendo un bastonazo en la espalda.
Gracias por haberme traido este recuerdo de mi infancia, enterrado entre polvo, matas y tierra del Chenque.
Una comodorense exiliada en Entre Rios

ArielMun dijo...

Epa. Comodorense de que edad?

A ver si somos contemporáneos!!!

Sumame al msn, así charlamos...titobustamanteppp@hotmail.com

Anónimo dijo...

Creo que esa tal loca de la loteria es la Luisa no?

andaba averiguando quien es ella, solo me entere de su existencia por un tema de una banda de comodoro que se llama abelardos
te dejo la letra de la cancion


La Luisa

Otra noche de mierda entre el cerro y el mar
reniega en una plaza y aprieta los dientes para no llorar
recuerda entre cuerdas las noches de ayer
hasta que entre su vientre
un fulano con suerte pa`el cielo se fue

Los años pasaron y no es la de ayer
la Luisa anda en la calle
y vende boletos pa poder comer...

una chica que en el sur se hizo mujer
la reina de la noche
de un dia pa el otro le empezo a llover

En sueños ven y cubre mi piel
mil pajaros de papel
hoy quiero ver despegar
vendiendo boletas pa poder morfar
si ves lagrimas sobre el cordon
es que su alma acaba de pasar.

asi dice la letra de abelardos y nose si los podes escuhar al tema creo que esta en www.purevolume.com/abelardos

saludos desde comodoro!!

ArielMun dijo...

Huhuhuh que bueno, loco!!!!! (o loca!) ahora mismo voy a escuchar eso! Saludos de un ex- comodorense!

ArielMun dijo...

No..no está el demo de "La Luisa" en el link que me dejaste :(

nelson dijo...

COMO ANDAN LAS ROCAS RODANTES.ACA LES ESCRIBO DESDE ALGUN LUGAR DEL CAMPO POR MANANTIALES BHER ME ACUERDO DE LA LUISA POR QUE YO TRABAJABA POR ESE ENTONCES EN UN CAFE DE LA GALERIA SAN MARTIN QUE HOY YA NO ESTA,LA LUISA MURIO HACE AÑOS LO QUE NO RECUERDO ES EL APELLIDO DE ELLA , OTRO PERSONAJE TAMBIEN ERA NARCISO SE ACUERDAN .. SALUDOS Y ES LINDO ENCONTRAR VIEJOS RECUERDOS Y ANECDOTAS DE COMODORO REVOLVIENDO POR INTERNET

Anónimo dijo...

Me confundí con el relato, en un párrafo era Elba y en otro era Elsa.
LLegue a este blog, buscando por Google saber más de Narciso.
Yo conocí a Luisa, así se llamaba, ni Elba, ni Elsa. Luisa. Cuando yo era adolescente ella iba a casa de mi abuela, le llevaba ropa para lavar y planchar y de paso le vendia algún número de lotería. Es verdad que Luisa trabajo en un cabaret. Solía vestir muy bien, en sus mejores épocas, ropa linda, fina y vivía bien, tenía su casa, no se si prpia o alquilada pero la tenía. Cierto es que además de petroleo y petroleros hubo tambien mucho hombre malo. Y l maldad de ellos llegó hasta Luisa a través de una bebida. Su experiencia de copera, no alcanzó para darse cuenta que le dieron a beber mezcla de alcohol y droga, y eso afecto mucho su comportamiento, se perdía. perdió la memoria, aunque tenía días de lucidez. El tiempo, la vejéz y la falta de familia y afecto hicieron el resto. Se convirtió en la sombra de Luisa, la rubia de ojos verdes.